Esperaba que las aventuras del
día me dejarán cansada pero aún me encuentro con los ojos abiertos e incapaz de
dormir a la una de la mañana. Así que decido tomar mi laptop y explorar mi
curiosidad. No me toma mucho escribir 'Billy Buskin Sophie' en Google y meterme
a la sección de noticias. Mi corazón se detiene cuando aparecen 243 artículos
distintos. ¿DOSCIENTOS CUARENTA Y TRES? Incluso ha salido en las noticias de
India, Australia y Estados Unidos. Es surrealista e impresionante.
Hago clic en una
liga y veo que es básicamente la misma historia que leí antes, pero con algunos
detalles de relaciones anteriores de Billy. Bajando encuentro una sección que
permite a los lectores comentar la nota. Mi estómago se revuelve mientras leo sus
palabras.
¿Qué le
pasa a Billy Buskin? ¿Pasó de Heidi Black a eso? Se ve tan... ¡ordinaria!
¡Arréglate Billy B!
¡Necesita
urgentemente un estilista! ¡Rápido, alguien ayúdela!
¡Qué
aburrido! No te encariñes mucho Sophie. ¡Estará con otra chica la próxima semana!
¿Habla de
matrimonio? Qué tontería. Al chico le encanta acostarse con todas. Ella se ve
¡ABURRIDA!
¡¿Qué?!
¿Vean su estúpida bufanda? Como si alguien así pudiera mantener interesado a BB
por más de 5 segundos. ¡Probablemente ya la dejó y se llevó a casa a alguien
del set!
Diosssss...
La idea de verla desnuda me hace querer ¡VOMITAR! Deja de comer pasteles.
¡Parece
una rata! ¿Y qué hay con toda la harina? Cuídate, chica... y pierde un par de
kilos.
También hay lindos comentarios
que dicen estar felices por Billy, de hecho hay más comentarios positivos que
negativos, pero los ignoro. No tienen el mismo peso que los otros. Lo que más
me lastima sobre todos los comentarios de esas personas es que yo he sentido lo
mismo. Es como si pudieran ver mis inseguridades y usarlas para molestarme,
exagerándolas y haciéndolas más verdaderas que cuando sólo me molestaban a mi
antes de nuestra primera cita. No soy suficiente. Soy demasiado normal. Él
encontrará a alguien mejor, una de sus compañeras estrellas, y se irá. No soy
suficientemente buena. No tengo nada que lo hará querer quedarse. No lo
merezco.
¿Hemos estado locos
el último mes? Billy ha estado fuera de su vida glamorosa y se ha acomodado en
una perfecta vida normal. ¿Pero realmente durará? ¿En serio? Las grabaciones
terminan en cosa de semanas, y con ello Billy hará sus maletas y regresará a su
vida anterior. ¿Realmente hay un lugar para mí en ese mundo? Claro que no. He
sido una tonta al pensar que sí.
A la siguiente
mañana no me levanto cuando suena mi alarma. Sólo me quedo acostada ahí, bajo
una gruesa manta de vacío. Todo mi ser duele. Mi cara y cabeza se sienten
hinchadas y pesadas. Mis ojos siguen hinchados por la noche que pasé llorando.
Sólo quiero quedarme aquí, bajo las sábanas, todo el día, por el resto de mi
vida.
Llamo a la tienda y
dejo un mensaje para Molly diciendo que me siento mal, mi constipada nariz me
ayuda más sonar convincente. Después me hago bolita y me paso la sábana sobre
la cabeza, bloqueando el mundo exterior.
Me despiertan una
serie de golpes en la puerta frontal. Salto de la cama, mi cabeza aún duele, y
camino en piyama, abriendo la puerta para detener los golpes. Billy está parado
ahí sonriendo de oreja a oreja.
'Un pajarito me
dijo que estabas muy enferma para ir a trabajar hoy – así que pensé en venir y
ser tu enfermero. Vengo trayendo regalos – uvas, chocolate y un sudoku,' dice
brillantemente, señalando la bolsa de plástico a su lado.
Me quedo sin
palabras mientras esperó evitar que las lágrimas vuelvan a salir.
'¿Qué pasó? ¿Estás
bien?' pregunta, con rastros de pánico en su voz.
Levanto los brazos
y entierro mi cara en el hueco de mis codos mientras empiezo, de nuevo, a
llorar incontrolablemente.
'¡Oye, oye, oye!'
dice suavemente mientras entra por la puerta y pone a brazos a mi alrededor,
abrazándome fuertemente. '¿Qué pasó?'
No puedo hablar,
las lágrimas siguen saliendo.
'Vamos...
tranquilízate Soph,' dice, cerrando la puerta y guiándome a la sala, donde se
sienta conmigo en el sillón. Billy me acuna y me mece suavemente,
tranquilizándome, con mi rostro aún enterrado en mis brazos.
'Lo siento. No es
nada. Es sólo que... creo que deberíamos dejar de vernos.'
'¿Qué? Sophie,
¿dónde viene esto?'
'No es nada.'
'No me salgas con
eso. ¿Qué pasó?'
'Leí–' mi pecho se
tensa de nuevo, obligándome a detenerme.
'Soph, ¿qué leíste?
Dime,' me apremia.
'C-c-comentarios.'
'¿Qué comentarios?
¡Espera un minuto! ¿En internet?' pregunta, mientras trata de hacer que le deje
ver mi rostro. ¡Con la cantidad de moco y lágrimas que he estado produciendo no
tiene oportunidad de que eso suceda! 'Nunca leas esos comentarios, Sophie.
¿Sabes quién escribe esas cosas? Gente triste y solitaria que no tienen nada
mejor que hacer que sentarse a escribir porquerías. No te conocen y no se dan cuenta
que están hablando de gente real con sentimientos... Ninguno de ellos diría
nada en la cara de las personas. Se esconden detrás de sus computadoras
diciendo tonterías.'
'¡Pero sus palabras
son verdad!' suelto mientras otro sollozo viene.
'Oh cariño...'
'¡No soy lo
suficientemente buena para ti! Soy aburrida. No soy nada. Soy sólo la vieja,
estúpida y gorda de mí.'
'¡No eres nada de
esas cosas! ¡Detente!'
'En un par de
semanas las grabaciones terminarán y te irás. Quién sabe en dónde trabajarás
después. Entonces no me querrás en tu vida. Regresarás a tus modelos. A la
siguiente chica. No me necesitarás.'
'Sophie, ¡nunca he
estado tan feliz como cuando estoy contigo! Lo digo en serio. Sé que no hemos
hablado de que pasará después de esto pero asumí que sabías cómo me siento.
Podemos hacer funcionar esto, no importa en dónde esté. Londres es mi hogar, de
cualquier modo estoy aquí la mayoría del tiempo.'
'¿Pero qué pasará
cuando regreses a Los Ángeles?'
'Puedes venir
conmigo.'
'¿Qué? ¿Así sin
más? ¿Dejar todo aquí?'
'Si quieres.'
'No es tan simple,'
me quejo.
'Puede serlo. Sólo
digo que podemos hacer las cosas fáciles. Te quiero conmigo. Así que por favor
no dejes que te afecte. Sabes la verdad Sophie. ¿Estaría aquí si no me
importaras?'
'Supongo que no.'
'Exacto. Vamos.
Déjame ver tu rostro,' dice, mientras trata de mover mis brazos.
'¡No!' grito
mientras me resisto. '¡Estoy cubierta en moco!' confieso, riendo entre
lágrimas.
'No me importa.'
'¡Pero a mí sí!'
Billy me suelta y
lo escucho salir de la habitación. Regresa unos segundos después con un montón
de pañuelos desechables.
'Toma,' dice
mientras me los da.
Bajo los brazos
pero dejo una mano en mi rostro mientras me estiro por los pañuelos con la
otra.
'Gracias,' digo
mientras arreglo el desastre que hay en mi cara. 'Oh Dios, debo verme terrible.
Vas a querer retractarte de todo lo que dijiste. Rápido, corre mientras aún
estoy cegada en esta montaña de moco.'
Billy me mira
intensamente mientras se inclina y me besa.
'No voy a ningún
lado Sophie. Te amo. Completa y totalmente te amo.'
No puedo evitar la
sonrisa que cruza mi rostro hinchado cuando sus palabras me tocan. Hace años
habría corrido una milla ante tal declaración, pero justo ahora, con Billy,
esas palabras con más que confortantes – porque son los mismos sentimientos que
tengo por él.
Cuando Billy llega
a mi casa el domingo para recogerme para nuestro 'día de cita' hay un brillante
coche rojo deportivo en la entrada.
'Erm, ¿qué es eso?'
pregunto mientras salgo de la casa y cierto la puerta detrás de mí.
'¡Mi coche!'
'Creí que no tenías
un coche aquí.'
'No lo tenía, pero
quería llevarte a algún lugar así que hice que alguien lo trajera aquí por mí.'
'Es un poco
llamativo ¿no?' bromeo.
'Una compra
impulsiva de cuando era más joven y descuidado.'
'Ya veo... ¿A dónde
me llevas?' pregunto, dándole un beso rápido de saludo.
'Londres.'
'¿Qué?' Sé que
puede parecer difícil de creer, ya que sólo vivimos a una hora de la capital,
pero sólo he estado en Londres un par de veces y esos viajes fueron con mamá y Papá
cuando era más joven. Recuerdo la emoción de esperar en la estación de trenes y
viendo a los demás trenes pasar zumbando a gran velocidad, haciendo que mi
cabello volara salvajemente, antes de subirnos al tren hacia Londres con mis
sándwiches de mermelada y papas Worcester. Cuando llegábamos a Londres
caminábamos por el río, donde me permitían comer un helado, con una hojuela de
chocolate en lo alto. Siempre terminábamos en Trafalagar Square, que es donde
Papá me subía a una de las estatuas gigantes de leones y me sentaba ahí
sintiéndome extremadamente importante porque estaba muy alto.
'¿Podemos alimentar
a las palomas?' Digo con emoción.
Billy no puede
evitar reírse.
'Tristemente no.
Ahora está prohibido por ley.'
'¿Qué? ¿Desde
cuándo?' Demando, sin poder esconder mi decepción.
'No sé... Hace
años.'
'¿Por qué?'
'Creo que tenía que
ver el hecho de que defecaran sobre las estatuas, lo que las desfiguraba.'
'¡Pero eso es
ridículo!' Una de las cosas que más me gustaba sobre nuestros viajes a Londres
era alimentar a las palomas en la plaza. Gritaba y reía mientras lo que
parecían cientos de pájaros se reunían a mi alrededor en la misión de picar mis
manos llenas de semillas. Una vez que todas las semillas estaban dispersas
equitativamente entre todas ellas (siempre había una gorda tratando de llevarse
toda la comida), corría entre mis nuevas amigas y las hacia volar. Corría bajo
ellas, disfrutando su vuelo mientras fingía ser una paloma reina enojada a
cargo de la parvada. 'Por favor, dime que aún está permitido sentarse en los
leones.' Digo con desesperación.
'Si...'
'Bueno, supongo que
eso es algo.'
'Pero han habido
pláticas de prohibirlo también.'
Lo miro sin creerle
mientras abre la puerta del copiloto para que me suba. Lo hago del modo menos
femenino, ya que nunca he tenido que subirme a un carro tan bajo. Cometo el
error de decidir meter primero la cabeza por alguna razón y luego trato de
descifrar como meter mi trasero, que queda en el aire fuera del carro. Peleo
unos segundos hasta que finalmente estoy en el asiento. Levanto la mirada y
encuentro a Billy viéndome con una sonrisa.
'De cualquier modo,
no estaba planeando llevarte a Trafalgar Square. Quiero llevarte a mi
departamento, para mostrarte en donde vivo.'
'Ah... Así que es
momento de ver el departamento de soltero,' digo, cerrando la puerta en su
cara.
Billy sigue riendo
cuando abre su puerta, entra y se pone el cinturón. Aprieta un botón en medio
del tablero y brinco cuando un gran rugido surge del motor... no es necesaria
una llave.
Hora y media
después estacionamos el coche en un estacionamiento privado bajo tierra, lleno
de coches que probablemente valen más que nuestra casa en Rosefont Hill, tomamos
el elevase al piso de Billy y llegamos afuera de su departamento mientras abre
la puerta y me deja entrar primero.
Su casa es hermosa,
y para nada es el departamento de soltero que esperaba – no hay ni rastro de
cuero o vidrio en ningún lugar. Es gigante, pero acogedor. Pisos de madera
oscura, padres de ladrillo expuesto y gruesos muebles color caramelo llenaban
el departamento haciéndolo sentir más como una cabaña lujosa que un
departamento citadino.
Un lado de la casa
de Billy es una fila de enormes ventanas que dejan entrar una gran cantidad de
luz. Camino hacia ellas, veo hacia fuera y encuentro un parque gigante abajo.
'Ese es Hyde Park,'
dice Billy sin que tenga que preguntarle.
Mirando el
departamento noto las fotografías enmarcadas que ocupan las paredes, no son de
él actuando o en la alfombra roja, ni mostrando sus éxitos como pensé, pero
fotos de él con el mismo grupo de personas, riendo y jugando.
'Mi familia,' dice,
confirmando mis pensamientos y probando de nuevo cuán unidos son.
Volteo a verlo.
'Esto es hermoso.
No es para nada lo que estaba esperando.'
'¿Qué esperabas?'
'¿Honestamente?
Creí que sería ultra moderna con todo tipo de aparatos, como los que apagan la
luz cuando aplaudes o cortinas que se controlan por voz. Esperaba ver grandes
sillones de cuero o mesas de cristal, premios a la vista o al menos fotos
gigantes de ti en las películas en las que has estado.'
'¡Wow! ¡No me di
cuenta de que me creías tan narcisista!' Se ríe.
'¡No, para nada! Es
sólo que es muy... hogareño.'
'Me alegra que lo
veas así,' dice, antes de que respire lentamente, exhale rápidamente y
continúe. 'Sophie, tengo algunas noticias...'
'Cierto, ¿qué
pasó?' Pregunto, registrando la repentina desesperación en su voz.
'¿Sabes que he
estado yendo a un montón de reuniones en las últimas semanas?'
'Sí.'
Aunque la agenda de
filmación de Billy había sido errática y ocupada como siempre, había agregado
el estrés de regresar a Londres en cualquier oportunidad para reuniones de
futuros proyectos.
'Bueno, ya tengo mi
siguiente trabajo.'
Mi corazón se
desploma con la idea de que tenga que regresar a Los Ángeles para grabar su
siguiente película. Sabía que pasaría en algún momento, claro que sí, sólo no
quería tener que lidiar con ello tan pronto.
'Oh, cierto,' digo,
tratando de sonar más entusiasta de lo que me siento.
‘No quería
decírtelo antes porque no quería esperanzarte y tuve que reagendar otros
proyectos, pero… bueno, voy a hacer una obra de teatro en Londres,’ dice, su
rostro estalla de emoción.
Necesito unos
segundos antes de que mi cerebro entienda las palabras.
‘¿Qué? ¿Significa
que te quedarás aquí?’ Pregunto lentamente, necesitando aclaración.
‘¡Así es! Ensayo en
Londres por un mes y luego la obra dura 12 semanas.’
‘¡Eso es
increíble!’ Digo mientras salto en sus brazos y pongo mis labios en los suyos.
El alivio de que se quede cerca por al menos otros cuatro meses me tranquiliza
ya que estaba segura de que se alejaría en cuanto terminara la filmación. Mi
preocupación sobre cómo podría afectar a nuestra relación el que Billy sr fuera
me ha estado molestado las últimas semanas. Esas preocupaciones desaparecen y
son reemplazadas con emoción.
‘Supuse que
estarías complacida.’
‘Lo estoy,’ digo
con una sonrisa, ‘Así que ¿qué obra es?’
‘Es una nueva pieza
de Simon Edwards llamada Remojado,
en el Duke of York’s, cerca de Leicester Square. Ya has ido allí ¿cierto?’ dice
mientras me guía al sofá, donde nos sentamos.
‘¿Leicester Square?
No recuerdo. Probablemente. ¿Está cerca de Trafalgar Square?’
‘¿En serio es el
único lugar de Londres que puedes recordar?’ pregunta, haciendo que ambos nos
riamos. ‘Hay muchas premieres en el Odeon de Leicester Square,’ explica.
‘Oh, ya veo… ¿De
qué trata la obra?’ pregunto, dispuesta a saber más sobre el proyecto que mantiene
a Billy en el país.
‘Bueno, es una
pieza moderna, con una compañía muy pequeña – creo que sólo somos cuatro o
cinco. Se centra en este grupo de extraños y cómo sus vidas se relacionan sin
que ellos se den cuenta. Es bastante oscura, pero crep que es lo que necesito
para alejarme más de los papeles adolescentes.’
‘Suena
interesante.’
‘Debería serlo.
Nunca he estado en una obra de teatro profesionalmente y, aunque sé que va a
haber una fila de críticos queriendo destrozarme, espero poder probarle a la
gente que no soy una cara bonita ¿sabes? Necesito hacer algo diferente.’
‘¡No puedo creer
que te quedes!’ digo, inclinándome y besándolo de nuevo.
‘Bueno, pensé que
nos facilitaría las cosas ¿sabes? No necesito tomar trabajos que estén a miles
de millas de aquí, pero más que nada, no quiero hacerlo. Te prometo que nunca
querré estar lejos de ti, Sophie May.’
Le sonrío,
aceptando su declaración.
Los ojos chocolate
oscuro de Billy brillan con emoción mientras sigue hablando.
‘Ye quiero conmigo
cada día, Sophie – saber que mis días estarán empezando y terminando contigo en
mis brazos. Me encantaría que te mudaras a Londres y vivieras aquí conmigo.’
Mi boca se queda
incómodamente seca.
Sólo he estado en
Londres en viajes de un día con mamá y Papá – ¿es un lugar al que podré llamar
hogar? Es tan diferente de la tranquila y placentera vida en Rosefont Hill –
tan ruidosa y apurada. ¡Tan grande! ¿Podría adaptarme a eso diario?
Habiendo pasado
toda mi vida allí, me siento tan sana y salva con lo que tengo en Rosefont
Hill. Mamá, Molly, los vecinos y la tienda. En Londres sólo tengo una cosa.
Billy.
Veo su esperanzado
rostro y mi cabeza empieza a girar.
¿Realmente podría
hacer esto?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Escribe con ortografía y moderación. Cualquier comentario insultante será eliminado.