Cuando mi alarma suena a las 8
la mañana siguiente me despierto con pánico, dándome cuenta que aún no he
elegido mi atuendo para la cita – ¡que omisión tan tonta! No tengo ni idea
de que ha planeado Billy para el día ya que quiere sorprenderme, aunque como no
hay casi nada que hacer en Rosefont Hill será interesante ver qué se le ocurre.
Como no sé a dónde
iremos ni qué haremos, no tengo idea de qué será apropiado usar. ¿Debería
arreglarme en un lindo vestido? ¿O debería vestirme con jeans y botas para
estar cómoda en caso de que hagamos algo aventurero? Paseo por la habitación
eligiendo vestidos florales y faldas coloridas antes de descartarlas por ser
demasiado llamativas. Ropas de todos los colores y tamaños vuelan en el aire
mientras busco ansiosamente el atuendo perfecto.
Después de probarme todo en mi guardarropa al menos
3 veces me doy cuenta que Billy sólo me ha visto con un delantal y cubierta de
harina – ¡así que cualquier cosa que elija usar será una gran mejora! Así que
decido quedarme con mis jeans y botas de siempre, pero uso una linda blusa rosa
para arreglarme un poco. Al menos estaré cómoda y no estaré jalando el
dobladillo de una falda todo el día.
Después de bañarme,
seco mi cabello y me hago rizos, me depilo las cejas para que se vean más
atractivas y cuidadosamente me aplico un poco de maquillaje frente al espejo
(oh si, hoy definitivamente necesito base, bronceador y rímel).
Cuando termino de
maquillarme me mareo, así que me obligo a detenerme y sentarme en el retrete
con la cabeza en las manos. Sé que son los nervios traicionándome de nuevo así
que trato de respirar. Cuando empiezo a tranquilizarme escucho que alguien toca
la puerta de mi habitación.
‘¿Estás bien Soph?’
pregunta mamá.
‘Si…’ digo,
mientras me levanto y abro la puerta, dándole una sonrisa nerviosa.
‘¡Te ves hermosa!’
‘Gracias…’ digo,
mordiéndome el labio.
‘¡Oh no! ¡Mira esa
cara!’ se ríe mientras toma mi nariz entre sus dedos.
‘Sólo estoy un poco
nerviosa…’
‘No tienes por qué
estar nerviosa. Sólo es una cita.’
‘Lo sé…’
‘Bueno, entonces
solo ve y diviértete,’ dice, mientras me golpea el brazo juguetonamente.
Viéndome por última
vez en el espejo le doy un beso de despedida a mamá, corro a mi habitación para
tomar mi bolsa y abrigo y salgo volando por la puerta.
*
Billy ya está
afuera de la tienda cuando llego a High Street. Tiene las manos detrás de la
espalda, una mochila morada colgada en un hombro y una gran sonrisa en su
rostro, viéndose maravilloso. Me alegra darme cuenta que él también usa ropa
casual, usando jeans deslavados y una chamarra naranja con cierre blanco.
Aunque, interesantemente, también está usando un par de botas negras
wellington.
Cuando
eventualmente me uno a él en lo alto de la colina, se inclina hacia mí y me da
un beso en la mejilla, lo que inmediatamente hace que mi interior brinque y
baile.
‘Te ves hermosa,’
susurra en mi oído.
Sonrío, haciendo
que mis nervios se aprovechen de mí y mis mejillas se pongan rosas.
‘Bien,’ dice, su
tono volviéndose demandante. ‘Estás son para ti,’ sonríe, dándome un par de
botas wellington florales rosas con azul que ha estado escondiendo detrás de su
espalda.
‘¿Para qué son?’
pregunto, riéndome nerviosamente, tomándolas.
‘Bueno, sé que no
va ha estado lloviendo últimamente, pero pensé que sería mejor estar
preparados, no queremos terminar en un charco de lodo ¿cierto? También hay un
par de calcetines.’
Me le quedo viendo
asombrada. Esto no es lo que estaba esperando. ‘He escuchado que en las
primeras citas las chicas reciben flores, incluso chocolates, ¡pero nunca
wellies1!’
‘Ya te he dado
flores,’ dice, alzando las cejas. ‘Rápido, rápido. Póntelas.’
‘Espera. ¿Cómo
demonios sabías mi número?’ pregunto, viéndolo sospechosamente. ‘¿Me estás
acosando?’
‘¡Dios, ya
descubriste mi plan!’ sonríe.
Me recargo en la
pared de la tienda y me pongo las botas mientras Billy me ve y mete mis botas
en su mochila. Una vez que tengo mi nuevo calzado, y que lo he aflojado un
poco, Billy me toma de la mano. ‘Vamos,’ dice, mientras me guía por el camino.
Damos la vuelta en
la esquina donde descubro dos grandes caballos atados a un árbol.
‘Te presento a Tony
y Connie,’ dice.
‘¡Wow!’ digo antes
de poder evitarlo mientras veo los caballos. El que Billy señaló como Tony
tiene una capa café con parches blancos en forma de diamante en la frente y
calcetas blancas; está ocupado masticando algunas hojas del jardín de la señora
Wallis. Connie, con su capa gris y crin negra, nos está viendo.
‘Espero que no
tengas miedo a los caballos’
‘No, no. De hecho,
solía montarlos todo el tiempo, ¡pero no me he montado en un caballo hace
años!’
‘No fue una gran
caída o algo parecido lo que te hizo dejar de montar ¿cierto?’ pregunta
ansiosamente.
‘Que gracioso que
digas eso. Me caí y me rompí la muñeca cuando tenía diez años. En aquel
entonces quería competir en salto de caballo, pero la caída hizo que no pudiera
montar por meses. Para el momento en que mi muleca se recuperó ya tenía otro
sueño.’
‘¿Así que no vas a
tener miedo de subirte en uno?’ pregunta, tomando las riendas de Tony,
haciéndome saber que debo montar a Connie.
‘¡Para nada!’
declaro, mientras emocionada me subo a Connie de un brinco. Lo admitiré, estoy
bastante orgullosa del modo en que me subí de un solo brinco como una
profesional, casi sin hacer ruido. Ajusto los estribos y me siento mientras veo
a Billy intentando subirse a su caballo – sin éxito. Primero intenta alzar una
pierna pero no puede alcanzar el estribo, luego intenta acercar al caballo
hacia la cerca para que pueda subirse desde ahí – pero el caballo no lo ayuda
de ninguna manera. Cada que Tony decide acompañarlo a la cerca, se aleja de la
misma una vez que Billy se ha subido a ella, listo para montar.
‘He estado haciendo
esto perfectamente toda la semana y ahora no puedo subirme en la maldita cosa.
¡TONY!’ grita cuando una vez más el caballo no hace lo que le pide.
‘Tranquilo vaquero,’
bromeo mientras me bajo de mi caballo y voy a ayudarlo. Tomo a Tony y lo guío
de vuelta a la cerca, manteniendo firme sus riendas para que no se aleje cuando
Billy se suba. ‘Listo… ¡al fin!’ digo, sonriendo a Billy antes de darle las
riendas y subiéndome de nuevo a Connie con facilidad.
‘¡Qué mal inicio!’
dice.
‘Oh, calla. Es
bueno que no seas bueno en todo, ¡señor estrella!’
‘Créeme – ¡hay
muchas cosas en las que soy una porquería!’
‘¡Bien! Ahora, ¿a
dónde vamos?’
Por la siguiente
hora recorrimos los bosques locales, que están cubiertos por una manta de
campanillas. Es hermoso. Me emociona montar un caballo de nuevo después de
tanto tiempo y disfruto hacer que Connie alterne entre trote y galope, para
consternación de Billy, ya que su caballo quiere copiar lo que hace el mío. Es
claro que aunque está cómodo sentado en el caballo, no es un jinete experto.
Decido aligerar el paso cuando lo escucho respirar con dificultad y lo veo
brincar dolorosamente en la espalda del caballo.
‘Lo siento,’ grito.
‘¡Me deje llevar un poco!’
‘No, me alegro que
lo disfrutes,’ dice sin aliento, con una sonrisa contagiosa en su rostro. Es
ridículamente hermoso, aún en este estado demacrado.
‘¿Te gustaría
detenerte un rato? ¿Podemos bajarnos y caminar un rato si quieres?’
‘De hecho, creo que
hay un gran lago si sigues por este camino.’
‘Lo conozco.’
‘Claro. Bueno,
sigamos hasta allí y luego podemos detenernos un rato.’
‘Ok, parece un
plan. Puedes guiarme esta vez.’ Digo, obligando a Connie a detenerse para que
Billy y Tony puedan pasar, por lo que se molesta.
Montamos sin prisa
hasta el lago, deteniéndonos bajo un gran roble, en donde atamos a los
caballos.
‘¿Tienes hambre?’
pregunta Billy, limpiándose las manos en los jeans.
‘De hecho me muero
de hambre,’ admito.
Me sentía mal por
los nervios en la mañana y corría en pánico tratando de alistarme, y olvidé
comer antes de salir. Ahora que se ha mencionado la comida, ¡me doy cuenta que
estoy famélica!
‘Yo también. Estaba
muy ansioso para comer esta mañana.’
‘¿En serio? ¿Por
qué?’
‘Tenía planeada una
cita con una chica hermosa.’
‘¡Haa! Me alegra
que te del diálogos en esas películas en las que actúas, porque si no estarías
en problemas,’ digo riendo.
‘Gracias. Como sea,
volvamos al asunto de la comida… Cierra los ojos.’
‘¿Qué? ¿Por qué?’
rio.
‘¿Por favor?’
suplica.
Sonrío y pongo los
ojos en blanco, haciendo lo que pide, inmediatamente sintiéndome expuesta y
vulnerable a lo desconocido. Mis mejillas empiezan a enrojecerse cuando sus
manos toman las mías y me guían por el bosque. Emoción y nervios hacen que mi
piel se ponga sensible. Tengo que luchar contra la urgencia de abrir los ojos y
ver a dónde me lleva. Me las arreglo para mantenerlos cerrados mientras escucho
los palos y hojas que truenan bajo mis pies mientras Billy me guía con
tranquilidad.
‘Ok…,’ dice,
poniendo una mano sobre mi hombro para decirme que hemos llegado a nuestro
destino. ‘Ya puedes abrir los ojos.’
Abro los ojos y me
sorprendo cuando veo lo que hay frente a mí. Líneas de luces colgadas en
espiral en los troncos de los árboles, con miles más colgadas de las altas
ramas, imitando un cielo estrellado sobre nosotros. Una gran sábana negra rodea
el lugar, y lo aleja del mundo exterior, logrando que las luces brillen más en
la oscuridad. Bajo el cielo de estrellas, una manta de cuadros azul y morado ha
sido extendida rodeada por un anillo de campanillas, con moldes de comida,
vasos y botellas, junto con un montón de cojines, Es como una guarida o un
fuerte que haces cuando eres niño para jugar, pero mucho más mágico. Es
asombroso.
Me quedo parada con
la boca abierta. Nunca nadie se ha esforzado tanto por mí. Jamás. Estoy
sorprendida por ello que puedo sentir las lágrimas amenazando con salir, así
que tenso la mandíbula para evitar llorar.
Billy, que ha
estado parado detrás de mí, viendo mientras reconozco e lugar, me aprieta la
mano – probablemente porque he estado viéndolo con la boca abierta y aún no he
dicho nada.
‘¡Wow!’ me las
arreglo para decir, mis ojos llenos de lágrimas.
‘Dos “wow” en una
cita. Creo que eso es una buena señal…’
‘Lo es. ¿Cómo
hiciste todo esto?’
‘Ahh, eso sería
revelar el secreto. Vamos, sentémonos,’ dice, guiándome de la mano hacia la
manta, donde los dos luchamos para quitarnos nuestras wellies llenas de barro
antes de sentarnos y ponernos cómodos.
Billy toma una de
las botellas, las abre, sirve su contenido en dos copas y me da una.
‘Supuse que
estaríamos sedientos después de montar, así que pensé que jugo de naranja y
arándano sería bueno, mejor que vino o algo más.’
‘¡Esa es mi bebida
favorita!’ digo con sorpresa, tomando un trago.
‘¿Quién lo diría?’
dice con una sonrisa.
Hasta que empiezo a
abrir los moldes de comida y encuentro uno con bollos, es que empiezo a
entender la situación.
‘¿Bollos?’
‘Sip,’ dice Billy,
ocupado con un molde de sándwiches.
‘Se ven
deliciosos.’
‘Mmmm… yummy,’
Sigue evitando mi
mirada mientras abre otro molde, que contiene ensalada de jitomate – así que le
pico las costillas.
‘Ouch,’ se ríe.
‘¿Hiciste esto tú?
¿O alguien te ayudó?’
‘De hecho lo hice
yo, pero bajo la supervisión de una cocinera más experimentada.’
‘¡Molly!’
‘¿Cómo demonios
adivinaste eso?’ pregunta con voz aguda.
‘¿Cómo demonios lo
mantuvo en secreto?’
‘¡Dijo que fue muy
difícil!’
‘¡Lo apuesto!
¿Tienes idea de qué tan chismosa es? Esto debió haberla matado,’ me rio. ‘Así
que ¿cuándo hiciste todo esto?’
Billy deja escapar
un gran suspiro, triste de que he revelado su secreto y sabiendo que no me
rendiré hasta que me dé todas las respuestas que quiera.
‘Supongo que ya
puedo decirte… esta mañana. Me encontré con Molly en la tienda a las 8 y me
ayudó a hacerlo todo. Es genial – especialmente cuando me dijo tus comidas
favoritas.’
‘Pero entonces
¿quién montó todo esto?’ pregunto, viendo el bosque encantado que ha sido
alzado a nuestro alrededor.
‘Un par de miembros
de la película ayudaron. Vine aquí con ellos antes de ir por la comida.’
‘Parece que tuviste
una mañana ocupada.’
‘Así es, pero
quería darte una buena impresión.’
‘Bueno,
definitivamente lo lograste.’
‘Bien.’
Ambos nos sentamos
riendo mientras empezamos a comer.
Nunca me he sentido
tan relajada y mareada al mismo tiempo. Billy tiene un modo de hacerme sentir
cómoda y segura en su compañía, pero al mismo tiempo mi cuerpo se agita de
deseo. Es electrificantemente carismático… asombrosamente.
Una vez que comimos
todo lo que pudimos, nos recostamos en la manta con nuestras cabezas juntas en
una de las almohadas y vimos las luces brillar sobre nosotros. Estoy
extremadamente consciente del hecho de que nuestros hombros se están tocando,
permitiéndome sentir el calor que produce el cuerpo de Billy, lo que envía
escalofríos de nerviosa aprehensión por todo mi cuerpo.
‘¿Cuál es tu libro
favorito?’ pregunto después de un momento de silencio.
‘Oh Dios.’
‘¿Qué?’ pregunto.
‘Bueno, podría
mentir e inventar algo, pero la verdad es que nunca he leído un libro completo
en toda mi vida.’
‘¿Nunca?’
‘Nop.’
‘Caray.’
‘Lo sé. Dios,
siento que me han atrapado.’ Dice, cubriendo su cara con las manos por la
vergüenza. ‘¿Cuál es el tuyo?’
‘Jane Eyre,’
declaro, sin duda alguna.
‘¿Jane qué?’
‘Es un clásico.’
‘Algún día lo
leeré.’
‘¡Si, claro!
Espera, ¿eso significa que ni siquiera has leído Orgullo y Prejuicio?’
‘Así que ¿Qué
querías ser una vez que perdiste el interés en los caballos?’ pregunta Billy,
cambiando el tema, y haciendo que los dos estallemos en risa.
‘Escritora, luego
doctora y eventualmente florista. Por un tiempo.’
‘¿Cómo es eso?’
‘Amo las flores.’
‘¿Qué te hizo dejar
de querer ser florista?’
‘Conseguí trabajo
en la florería local. No un trabajo de verdad ni nada, era muy joven. Pero pasé
cada Sábado limpiando macetas sucias y obtenía 15 libras por hacerlo. El olor y
suciedad me hicieron dejarlo eventualmente.’
‘Suena asqueroso.’
‘Hmmm, lo era.
Aunque aún me gustaría hacer algo con flores en algún momento.’
‘¿En serio? ¿Qué
quieres ahora?’
‘Mi propio salón de
té.’
‘¿Para quitarle el
trabajo a Molly?’ pregunta, dándome un codazo.
‘No, no, no, nunca
haría eso. Molly está envejeciendo – le guste o no, no va a poder manejar la
tienda por siempre,’ explico. ‘De hecho, tiene un hijo llamado Peter que se
mudó a Australia hace un par de años y siempre habla de la posibilidad de
mudarse allá para poder estar con él. Desde que su esposo murió ha estado sola.
Creo que le gustaría estar con su familia. Con eso en mente, mi plan es ahorrar
tanto como pueda para comprarle el salón de té cuando decida mudarse y
venderla.’
‘¿En serio?’
‘Sip. Odio decirte
esto pero mi vida consiste en libros y hornear.’ Giro la cabeza para poder
verlo bien y empiezo a reír. ‘Oh Dios, no puedo creer que admití ser tan
aburrida.’
‘No, no los ha
hecho.’
‘La verdad es que
rara vez salgo a antros. No me gusta beber, fumar o tomar drogas – simplemente
he encontrado mejores cosas en qué gastar mi dinero. Sé que suena un poco
estúpido, pero desde el momento en que entré al salón de té me sentí en casa.
Desde entonces se convirtió… en todo lo que quería.’
‘¿Qué cambiarías de
la tienda una vez que fueras la jefa?’
‘Me gustaría que
fuera aún más un refugio para mujeres.’
‘¿Qué? ¿Más
femenino que manteles floreados y delicadas tazas?’ pregunta con una mueca de
sorpresa en el rostro.
‘¡Sí!’
‘No creí que eso
fuera posible.’
‘Oh, lo es,’ digo,
girando boca abajo por la emoción. ‘Quiero agregar una sección de flores a la
tienda – aunque no una florería que haga arreglos. Simplemente quiero tener
montones de flores disponibles para que la gente elija y puedan ir a casa a
hacer sus propios arreglos. Quizá tener clases una tarde a la semana para que
la gente asista.’
‘Suena bien.’
‘También me
gustaría tener una sección de regalos – donde podamos vender carteles hechos en
casa y pequeñas baratijas… ¡Cosas que la gente no encontrará en ningún otro
lugar!’ De pronto me di cuenta que estaba hablando sin parar. Nunca antes había
compartido este sueño con alguien, así que no tengo idea de porqué estoy
contándolo todo ahora. ‘¿Qué hay de ti?’ pregunto, feliz de desviar la atención
de mí, girando sobre mi espalda.
‘¿Qué?’
‘Ah, cierto.
Supongo que ser actor es todo lo que siempre quisiste.’
‘Realmente no. Si
soy honesto, nunca quise ser actor. Quería ser un plomero como mi papá.’
‘¿Y qué pasó?’
‘Era bueno
actuando,’ dice encogiendo los hombros.
‘Qué bueno que seas
tan modesto,’ bromeo.
‘¡Ha ha!’ dice
lentamente, picándome en el costado, haciéndome reír. ‘Solía ser dolorosamente
tímido. Estaba bien en casa, pero cuando salí de ahí me volvía muy callado, así
que mi mamá me obligó a unirme al grupo local de teatro para trabajar en mi
confianza.’
‘¿Y fue entonces
cuando descubrieron a un genio talentoso?’
‘Algo así,’ dice
Billy. Lo escucho inhalar profundamente, mientras duda en continuar. ‘Una vez
que empezaron a ofrecerme más papeles y empecé a ganar buen dinero por esos
trabajo, era difícil decir que ya no quería hacerlo. Así que supongo que puedes
decir que caí en eso sin siquiera pensar si era lo que en verdad quería. No me
malentiendas, ¡me encanta!’ insiste.
‘Estoy segura que
sí,’ digo, aceptando su honestidad. ‘Creo que es gracioso como la vida te puede
guiar por caminos que no habrías tomado de otro modo. ¿Crees que seguirás
actuando por siempre?’
‘No estoy seguro,’
dice, jugando con el brazalete en su muñeca. ‘He caído en este papel de
adolescente y no es lo que quería hacer. No me di cuenta que cuando acepté el
papel en Halo que todo cambiaría drásticamente.
Quería ser visto como un actor serio. No alguien del que la gente se riera,’
admite con un gran suspiro. ‘Me gustaría ser reconocido por mi talento y me
gustaría ser capaz de elegir mis papeles para poder estar más tiempo en casa.’
‘Suena agradable.’
‘Bueno, la familia
lo es todo para mí. Crecí en una familia de siete.’
‘¡Siete!’ exclamo,
tratando de no mostrar que ya sabía esta información de cuando investigué en
Google. ‘Apuesto que era una casa ruidosa.’
‘Si, lo era, pero
siempre tenía alguien con quien jugar o hablar.’
‘Qué encantador.’
‘Sip. Pero ahora no
veo tanto a mi familia como me gustaría.’
‘¿Cómo es eso?’
‘Trabajo. Lo
estúpido es que los llevé a todos a Los Angeles cuando estaba grabando Halo para que pudiéramos estar juntos, pero
el último año he estado en Inglaterra yo solo.’
‘¿Crees que se
mudarán de nuevo a aquí.’
‘Lo dudo. Es un
estilo diferente de vida allá y ya se acostumbraron. ¿Tienes hermanos o
hermanas?’ pregunta, recargándose en un codo.
‘Nop, solo éramos
mamá, papá y yo. Dime algo…’ digo, cambiando el tema mientras me concentro en
las luces brillando sobre nosotros.
‘¿Qué?’
‘¿Haces esto
siempre?’
‘¿Qué?’
‘¿Colgar luces,
hornear bollos y comprarle wellies a tu cita?’
Mientras espero a
que responda, me descubro nerviosa de lo que podría decir, e inmediatamente
empiezo a regañarme por hacer una pregunta tan patética.
‘No,’ dice
lentamente, ‘Bizarramente, las chicas con las que he salido en el pasado
habrían detestado este tipo de cosas.’
‘¿En serio?’
pregunto, sin creerle. ¿A qué tipo de chica no le gustaría a alguien haciendo
cosas así de románticas para impresionarla?
‘Si, tristemente
estaban más interesadas en a qué restaurante exclusivo o antro podía llevarlas
– querían ir a algún lugar en dónde las pudieran ver.’
‘¿Manteniendo las
apariencias?’
‘Exacto. Lo único
que importa es cómo te ves y a dónde vas. Correrían una milla si las hiciera
quitarse sus tacones de diseñador para ponerse unas wellies y luego las llevara
al bosque y las hiciera sentarse en el suelo a comer. Pero eso es lo que me
gusta de ti. No eres tan exquisita. Eres real y encantadora.’
‘Oh Dios,’ chillo,
dejando salir una risa. ‘El hecho de que he estado cubierta en harina desde el
día en que me conociste es por lo que me trajiste aquí ¿cierto? ¿Por qué
obviamente no me importa un poco de suciedad?’ Me cubro la cara con las manos
mientras dejo salir un gruñido juguetón.
Billy se sienta y
aleja mis manos de mi cara, obligándome a sentarme a frente a él.
‘¡No! ¡No me
refería a eso!’ dice con una sonrisa mientras aleja mi cabello de mi rostro.
‘Me refería a que no te importan esas porquerías. Estar en Hollywood y esas
cosas, todo trata de qué marca de diseñador usas, qué coche manejas, en dónde
vives – pero eso no es lo que realmente define a una persona. Nada de esas
cosas significan algo,’ dice mientras pone su mano bajo mi barbilla y la
levanta para que lo vea a los ojos. ‘El primer día que te vi hablando con
aquella señora en la tienda, haciéndole el día por solo 40 peniques, te admiré
por tener en orden tus prioridades. Pequeños momentos como esos son por los que
la vida vale la pena. Nada más importa,’ repite.
Dejo de respirar
mientras Billy lentamente se inclina y pone sus deliciosamente suaves labios
sobre los míos. El resto de mis pensamientos rápidamente desaparecen, mientras
mi mente y cuerpo son arrastrados por el delicioso momento íntimo.
Una repentina
urgencia de inmovilizarlo en el piso y devorarlo completamente me invade, pero
me las arreglo para suprimirla… todo a su tiempo, Sophie May, me digo a mi
misma. ¡Todo a su tiempo!
1 “Wellies” es
abreviatura para “wellington”, que son un tipo de botas que se usan en la
lluvia, muy famosas en Inglaterra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Escribe con ortografía y moderación. Cualquier comentario insultante será eliminado.